O descubre porque nace Recycla® y como puede ayudar a tu empresa.
Mientras escribimos estas lineas en abril de 2020 el mundo entero se encuentra confinado en casa por la crisis del COVID-19, quizás sea el peor momento para lanzar nuevos productos, o quizás sea precisamente ahora el mejor momento.
¿Por qué Recycla®?
FUTURO
Todas las empresas nos esforzarnos por prepararnos para el futuro, para la próxima temporada, porque se avecina “otra crisis”, para crecer más, para ser más eficientes y productivos, para vender más… pero todo esto no es el futuro, es el presente, el futuro son los cambios inesperados en el mercado, las nuevas formas de consumir del cliente final, o la llegada de una pandemia mundial por ejemplo.
La única manera de mantener una pequeña previsión es participando activamente en la formación del futuro, estudiando, desarrollando y visualizando escenarios futuros, para equiparse y prepararse para los cambios del futuro.
Un buen ejemplo de esto es Nokia, líder mundial en la fabricación de moviles al principio del Siglo XXI y que en pocos años desapareció del mapa, pensaron que estaban preparando el futuro, pero el futuro ha sido otra cosa, se centraron en la fiabilidad de sus teléfonos, eran el nº 1 y la competencia no les importaba, no vieron llegar a Apple y Samsung, no hacían marketing “porque no la necesitaban”, Nokia acabó desapareciendo.
“La mejor manera de predecir el futuro es creándolo”
-Peter F. Drucker
EL PROBLEMA
El cambio climático traerá consecuencias devastadoras si no tomamos medidas drásticas, la temperatura mundial ha aumentado un 1,1% desde la época preindustrial, los últimos 5 años ha sido el quinquenio más cálido que se ha registrado, etc… etc…
Todo esto se traduce en impactos económicos y sociales, daños en las cosechas, sequías, riesgos de salud, fenómenos meteorológicos extremos, mega incendios….
EL CAMBIO
Todas las empresas debemos soportar el cambio para sobrevivir o crecer, los sucesos inesperados son parte del mundo dinámico en el que vivimos, debemos reacciona eficazmente ante los problemas que vienen y evitar la resistencia al cambio para aprovechar las oportunidades que surgen de esos problemas.
Vivimos en una época en la que los cambios son frecuentes, rápidos y drásticos, burbujas económicas, pandemias, cambios tecnológicos diarios, nuevas expectativas de los consumidores, redes sociales, información masiva…
Necesitamos ser flexibles, ágiles para manejar el cambio del mundo real, los estudios de mercado de hace un año ya no sirven para nada, lo fácil es resolver los problemas a medida que surgen pero las empresas que triunfan lo hacen por estrategias de cambio creativas y por intuición, estrategias de cambio preventivas.
“Hace falta un plan, no sólo ara reaccionar al cambio, sino también para anticiparlo”
CONSERVAR LA RELEVANCIA
Todas las empresas necesitamos visibilidad, propósito, significado y credibilidad para ser relevante en nuestro hábitat, necesitamos la innovación para elevarnos por encima de la competencia, necesitamos ser relevantes para encajar en las crecientes expectativas de los consumidores y adaptarnos a las actitudes, creencias, necesidades y deseos de los clientes.
La relevancia se consigue pensando en las personas, no en los productos. Se trata de alinear el ADN de nuestra empresa, nuestra marca, con los valores actuales y emergentes de los consumidores.
COMPETENCIA EXTREMA
La estrategia competitiva tradicional nos conduce a vender los mismos productos que la competencia pero más baratos, a la ausencia de productos diferentes o con diferencias irrelevantes.
La mayoría de productos y marcas del mercado padecen una falta de diferenciación, cuando vendes exactamente los mismos productos o muy similares que tu competencia ¿qué haces?
Una forma de apartarse del sendero conocido y seguir nuevas vías es ofreciendo “experiencias” al cliente, sensaciones y emociones.
Las empresas deben tener en cuenta no solo como funciona un producto o servicio, sino también que ese producto transmite significado e intención, es importante comprender las necesidades del cliente, su cultura, sus expectativas y sus emociones.
El cliente necesita por ejemplo saber que está contribuyendo a mejorar el medio ambiente y contribuyendo mediante la economía circular, o que por ejemplo disponen de un producto artesanal, único e irrepetible.
Las “experiencias” pueden cautivar a los clientes e insuflarles un sentido de lealtad a tu marca que les hará volver y creará la necesidad de hablar bien de tu empresa o producto.
LA HUMANIZACIÓN
Al consumidor final le da igual como se organiza una empresa o las operaciones que realiza, lo que les importa es la emoción que sienten cuando utilizan sus productos, estos productos responden a valores, creencias y necesidades humanas.
Los cantos rodados de la gama Recycla® se seleccionan y trocean manualmente, artesanalmente, el producto artesano crea un vínculo emocional con las personas que les une, por exclusivo y por el valor implícito de la fabricación manual. Hacer especial un producto es una buena estrategia contra la sobreproducción.
“No hay nada más sostenible que la artesanía”