Con el paso del tiempo, las lluvias y la explotación intensiva acaban provocando una acidificación continua en los terrenos que afecta negativamente al desarrollo de los cultivos. Para enfrentar este problema, hay un gran aliado: el carbonato cálcico (CaCO3). Esta materia prima, además de utilizarse en distintas industrias como la siderurgia, la construcción o el tratamiento de aguas, tiene un uso agrícola primordial: equilibrar correctamente los niveles de PH de un terreno.
Por qué es recomendable usar carbonato cálcico en el suelo agrícola
El carbonato cálcico agrícola, también conocido como cal agrícola, es un material compuesto de caliza que, al disolverse con el suelo, neutraliza la acidez del terreno y mejora sus propiedades físicas, químicas y biológicas. Concretamente, estos son los grandes beneficios que encontrarás al usar la cal agrícola en la superficie de tus terrenos:
- Con el encalado de los suelos, podrás acondicionar el terreno para que el cultivo asimile los nutrientes en condiciones favorables.
- Evitarás la migración de elementos fitotóxicos como son el manganeso y el aluminio, elemento básico de los silicatos. Estos afectan negativamente a los cultivos al hacer mermar su crecimiento.
- Reducirás además la solubilidad de los metales pesados.
Son muchos los estudios que demuestran que la aplicación de la cal agrícola es una gran inversión para los agricultores, sin olvidarnos de los jardineros. Esta es una práctica agraria sostenible y saludable para los cultivos que viene a subsanar el proceso de acidez de la tierra. Además, la cal agrícola es muy sencilla de utilizar, pues tan solo hay que aplicarla al suelo del terreno. Aun así, te recomendamos hacer un análisis químico previo del suelo para determinar la cantidad exacta a aplicar, pues dependerá del cultivo, tipo de suelo y de la región en la que se encuentre.
Por otra parte, podrás utilizar la cal en los terrenos agrícolas de otras formas: como enmienda, para mejorar las características del suelo, como fertilizante, debido a su alto contenido en calcio, o como abono, entre otros usos.
El carbonato cálcico y sus múltiples aplicaciones
Este elemento químico es tan versátil que, según su pureza, tamaño de grano o tratamiento de transformación sufrido, puede utilizarse para distintas aplicaciones. Tras ser extraído de la cantera, se puede usar para elaborar formulaciones de hormigones, asfaltos y morteros. Fuera de la construcción, podemos lograr un carbonato cálcico diferenciado según su aplicación. Por ejemplo, se puede usar para mezclas bituminosas, alimentación animal, curtido de pieles, suplemento alimentario, producción de vino, automoción o tintas de impresión. Y, por supuesto, como un eficaz acondicionador de los suelos agrícolas.
Carbonato de calcio y magnesio, la dolomita
El mineral dolomítico es un elemento versátil que se conoce popularmente como caliza de magnesio. Al aportar tanto magnesio como catión del calcio, es ideal para el acondicionamiento de los terrenos y el correcto desarrollo de las plantas y los cultivos. Además, el mineral dolomítico, tras un proceso térmico de sinterización, da lugar a un material refractario de gran estabilidad física y química a elevadas temperaturas.
Como remate para este artículo, solamente te podemos animar a utilizar las propiedades y beneficios de este recurso natural para tus terrenos. Rápidamente comprobarás cómo se desarrollan de forma óptima tus cultivos.