Las mallas antihierbas están pensadas y elaboradas para eludir la presencia, y posterior desarrollo, de hierbas no deseadas en el interior de tu jardín, así como en huertos o campos de cultivo. Estas mallas evitan el crecimiento de las malas hierbas a consecuencia de su carácter opaco que obstruye el paso de la luz solar. No obstante, al presentar un gran índice de porosidad permiten el acceso del agua y a su vez evita que las malas hierbas la atraviesen.
Al mismo tiempo las mallas antihierbas presentan dos variedades: malla plástica y malla geotextil.
Características de las mallas antihierbas
La malla plástica está elaborada mediante polipropileno de rafia con un tejido muy compacto y de gran resistencia.
Posibilita que el agua y el aire transcurran a través de ella, sin permitir el acceso a los rayos solares. Se utiliza para espacios más bien anchos; en sitios estrechos este tipo de malla no es aconsejable. De igual modo, debido a su composición los extremos se deshilan y en consecuencia los extremos presentan más dificultades para taparlos.
Asimismo, se encuentran disponibles en diversos colores, como: blanco, marrón, verde o negro. El peso es aproximadamente de 105 gr/m2 o de 130 gr/m2. Es un producto ideal para instalar en jardines, principalmente si presentan un bajo nivel de humedad, así como en invernaderos.
La malla geotextil se corta más fácilmente, es más ligera y resulta menos escurridiza a la hora de adaptarla. Está fabricada con polipropileno. Aunque en este caso no esté tejida resulta igualmente resistente y duradera. Esta malla también facilita el paso del aire y del agua, así como posibilita la respiración del suelo y de las raíces impidiendo a su vez que la simientes de las malas hierbas germinen.
Su presentación se hace en diversos colores como: negro, marrón y blanco. La malla geotextil es un producto ideal para instalar en estanques o en lugares donde abunden plantas con necesidad de agua en abundancia.
¿Cómo colocar una malla antihierbas?
Para saber cómo colocar una malla antihierbas debes seguir una serie de consejos como los que te vamos a detallar a continuación:
Paso 1 – Adaptación del suelo
Para saber cómo instalar una malla antihierbas primeramente debes acondicionar el terreno:
- Remueve la capa superior o superficial de la tierra.
- Retira las piedras o terrones gruesos que hayan salido a la superficie.
- Nivela el terreno con la ayuda de un rastrillo.
- Puedes instalar el sistema de regadío en caso de que no dispongas de uno.
- En caso de instalar el sistema de riego debes rastrillar de nuevo el terreno y dejarlo nivelado.
Paso 2 – Una vez esté listo y preparado el terreno podemos instalar la malla antihierbas:
– Retirar entre 2 y 4 centímetros de tierra en el lugar de la ubicación de la malla.
– Vuelve a pasar el rastrillo para que la zona quede nivelada.
– Instala la malla antihierbas de manera que se mantenga totalmente estirada sin presentar pliegues.
– Fija los extremos de la malla añadiendo tierra y grapando determinadas zonas para asegurar su sujeción. También puede usarse piedras decorativas o gravilla para ayudar a fijar la malla.
Como puedes comprobar, colocar una malla antihierbas no es complicado, si sigues los pasos adecuados.